Hablamos con Montse Haro, Ingeniero Metalúrgico en Grupo Baux y profesora en la Universidad Politécnica de Valencia.
Desde hace casi dos años, Montse Haro forma parte del equipo de Grupo Baux. Ahora, además de Ingeniero Metalúrgico en la Compañía, es profesora en el departamento de Ingeniería Mecánica y de Materiales en la Universidad Politécnica de Valencia, impartiendo diferentes asignaturas en las carreras de Ingeniería Mecánica, Ingeniería en Tecnologías Industriales, Ingeniería del Diseño, Biología y Máster de Ingeniería Química.
¿Cuál es tu función dentro de la Compañía y qué responsabilidad conlleva?
Mi función como Ingeniero Metalúrgico dentro del departamento de Calidad conlleva dos principales áreas de desarrollo.
Por un lado, se desarrollan los trabajos propios de planta, como el estudio de nuevas aleaciones y propuestas técnicas, dando respuesta a necesidades de nuevos productos o mejorando las prestaciones de los ya existentes, también la caracterización de los materiales obtenidos en nuestra planta (comprobando y estudiando su comportamiento validando el nivel de calidad de estos), o la definición de los parámetros que influyen en la calidad, realizando ensayos mecánicos y definiendo normativa a utilizar.
Por otro lado, participo en el desarrollo de proyectos de investigación I+D+I, para la mejora de procesos, calidades finales incluso mejorando la capacidad de utilización de más tipologías de chatarra existentes en el mercado.
Todo ello conlleva responsabilidades importantes, puesto que el departamento trabaja muy vinculado con la parte comercial donde se pueden abrir puertas a nuevos clientes y productos, al igual que el trabajo que se desarrolla en planta, generando procesos flexibles que den respuesta y se adapten a las necesidades operativas sin descuidar la calidad objetivo.
Además, la figura de ingeniero metalúrgico está ligada a la responsabilidad de conocer el I+D del sector y esta oportunidad de participar como profesor en la UPV es un refuerzo a la vinculación que siento con la innovación, el desarrollo y la generación de conocimiento.
¿Qué te motivó a especializarte en el sector metalúrgico?
Desde 2008 que comencé como ingeniero metalúrgico entendí la importancia que cobran los metales en nuestras vidas. Aunque empecé trabajando con aleaciones de titanio para prótesis donde el mayor reto era conseguir la biocompatibilidad con el cuerpo humano ya que este factor puede provocar una respuesta inmune en él.
El aluminio también es un material que está presente en todos los aspectos de nuestras vidas. Podemos encontrarlo en envases de alimentos, utensilios de cocina, electrodomésticos, incluso en la fabricación de nuestras viviendas como son las ventanas, persianas, conductos de instalaciones… Esto hace que también sea un material que despierte mi interés.
Aunque ya había leído sobre Grupo Baux y su dedicación, me impresionó su patio de chatarras y la importancia que cobra la empresa realizando sus productos a partir de material reciclado y contribuyendo de esta manera a la sostenibilidad.
Poder ver la capacidad de fundición de los hornos con ese control de composición o la salida del planchón de la colada continua hace que sea una empresa donde veo mi continuo crecimiento en el conocimiento de los procesos de estos materiales.
¿Qué te ha llevado a impartir clases en la Universidad Politécnica de Valencia?
Siempre he estado muy vinculada a la Universidad. Desde que terminé la ingeniería vi la importancia de la investigación de los materiales, así como la formación continua y la divulgación sobre este tema. Anteriormente había trabajado impartiendo clases en el departamento de Construcciones arquitectónicas y ahora se vuelve a dar la oportunidad en el departamento de mecánica y materiales como profesor asociado. Esta figura es clave para la formación de nuevos ingenieros ya que con ella se acerca la industria a la formación, dándole un enfoque más empresarial a las carreras y haciéndoles más partícipes del trabajo que van a ejercer una vez terminen sus estudios.
¿Cuál es el mayor reto al que te has enfrentado hasta el momento?
El reto que se me plantea en este momento puede que sea de los más importantes hasta ahora, ya que poder compaginar mi vida laboral con mi vida familiar, siendo mamá, hace que tenga que llevar una organización bastante estricta. Sin embargo, este reto para mi también es algo muy motivador, ya que estar ligada a un aprendizaje continuo y poder participar en un sector donde se apoya el reciclaje es para mí un objetivo de creación de futuro.
¿Cómo te ves dentro de unos años?
Me gustaría poder seguir formándome en esta empresa, con todos lo retos que ésta me plantea y además pudiendo transmitir este conocimiento a los futuros ingenieros, acercando este sector a la formación y la importancia que el reciclaje tiene en nuestras vidas.